Mujeres sobresalientes y artistas.

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Considerada la inventora del "vocalese" en castellano, Carmen Nikol escenifica con admirable maestría una de las vanguardias más sobresalientes del jazz español, a través de la vocalización y las letras de solos instrumentales de la historia del jazz.

Dotada, según los críticos, por un instinto musical inconfundible y de una técnica espléndida, Carmen Nikol trabaja en el escenario sobre melodías improvisadas, con letras propias, en donde el compromiso social y la realidad femenina, ocupan primerísimos lugares. Una joven y prometedora carrera musical, que está obteniendo numerosos éxitos de público.

Con esta entrevista, intentamos conocer su profundidad narrativa y sus dos proyectos actuales: el cuarteto "Carmen Nikol Vocalese Experience" y su último trabajo, "De mujer a mujer… en vocalese".

PREGUNTA: Naciste a caballo entre dos etapas históricas, en 1975.

CARMEN NIKOL: Nací el día 21 de noviembre, justo el día después de la muerte oficial de Franco. Siempre que pienso en eso, me imagino diciéndole a mi madre que esperara un poco, para nacer en una España mejor. Fue en Barcelona, una tierra que amo por haberme dado una cultura cosmopolita y luchadora.

PREGUNTA: ¿Qué sensaciones guardas de tu infancia?

CARMEN NIKOL: Sobre todo, las de crecer entre dos culturas, la andaluza -mis padres y mis hermanos son cordobeses- y la catalana. Una fusión que me ha enseñado a unir la pasión y el análisis en formas muy diversas, complejas y satisfactorias.

PREGUNTA: ¿Qué influencias recibiste en aquellos primeros años? ¿Eras consciente que un día te dedicarías profesionalmente a ser artista? ¿Estaban estos hechos escritos cuando eras una niña?

CARMEN NIKOL: Para nada. Recuerdo que no tenía ningún deseo de parecerme a ningún artista ni pensaba en convertirme yo misma en una. De niña, sólo recuerdo dos situaciones ligadas a la música: por una parte, mi madre cantando coplas (tan bien que me hacía sentir los desengaños de sus letras), y por otra, yo misma cantando todo tipo de música, a pleno pulmón, bailando y sintiendo que me lo pasaba en grande.

PREGUNTA: Ese placer con la música ha sido una progresión constante

CARMEN NIKOL: Sí. De adolescente, comencé cantando en el coro de mi pueblo (Martorell). De joven, continué cantando en coros y me introduje en la escucha de los musicales. Pensaba que sería divertido formar parte de un musical. Me imaginaba escribiendo los guiones e interpretándolos. Pero nunca se me ocurrió cantar como profesión. Me gradué en Ingeniería Técnica Agrícola. Nada que ver.

PREGUNTA: Tu trayectoria musical comienza por grupos corales en Barcelona. ¿Cómo recuerdas esa experiencia?

CARMEN NIKOL: Muy divertida y enriquecedora. Los componentes de los grupos corales en los que he estado, tanto los masculinos como los femeninos, disfrutaban del compañerismo y de cantar lo que pidiese el momento. Como anécdota, recuerdo que tenía una compañera con la que, si nos mirábamos en el escenario, nos partíamos de la risa. Pero solía cantar a menudo con ella fuera del escenario. Hoy en día es soprano lírica profesional. Por ser yo contralto, cantábamos a voces y nos los pasábamos muy bien. La otra curiosidad que recuerdo con cariño, es con los del coro universitario: buscábamos un hueco, en una escalera, para conseguir una gran resonancia. ¡Y sonaba espectacular! La verdad es que, en general, tuve suerte con mis compañeras de coro. Varias de ellas, se convirtieron en buenas amigas. Y es que cantar une cuando se disfruta de buenos compañeros. Así que lo recuerdo con mucho cariño.

PREGUNTA: Tu voz es como una varita mágica, audaz, innovadora. ¿Qué cambios crees que ha ido teniendo tu voz, en el transcurso de los años y qué vigor y fuerza, según continuabas tu trayectoria profesional, veías que tu voz iba cobrando?

CARMEN NIKOL: Mira… cuando empecé mi voz era destacada por sus armónicos graves. Decían que era muy adecuada para una contralto. Y como la usaba sobre todo para funciones de coro pues estaba contenta. Veía mis faltas pero se difuminaban entre tantas otras voces. Luego, sola, empecé a analizarme más y más, conocer mis posibilidades como cantante de diferentes estilos, mis pros y mis contras, lo mejorable y lo imposible de conseguir mejorar (por limitaciones propias),… O sea, empecé a conocer mi instrumento vocal con mucho más interés y pragmatismo. Y eso me ha hecho sufrir lo que cualquier profesional pueda sufrir. Y disfrutar lo que cualquier artista pueda disfrutar. Soy persona de buscarle los tres pies al gato: de escuchar, contrastar, revisar la comparativa, aplicar y volver a empezar hasta mejorar o desistir. Me quedan cosas por comenzar a mirar, claro. Siempre hay algo más. Sin embargo, he llegado a la conclusión de que el arte y el gusto son esencialmente subjetivos. Por lo que, por mucho que uno perfile su arte, siempre habrá alguien a quién no le complazca. Lo mejor, creo, es disfrutar en la evolución, en el esfuerzo. No se puede ser artista para sufrir por el gusto.

PREGUNTA: ¿vigor y fuerza al interpretar?

CARMEN NIKOL: Sí, el vigor y la fuerza forman parte del contexto de una composición musical: normalmente, si sigues la composición, haces lo que pide. Pero, puedes reinterpretar. Luego, está el vigor en el instrumento vocal. Hay que esforzarse en cuidarlo y, por desgracia con la voz, sobre todo en el canto ligero, es algo difícil y de largo proceso. Uno mismo tiene que medir su evolución: no existe un manual de uso como sí lo hay para una máquina de precisión o como lo puede haber en el canto lírico (de interpretación más sujeta al estilo y con patrones más adaptados a la proyección lírica).

PREGUNTA: ¿Te identificas con tu voz?

CARMEN NIKOL: Sí, me siento identificada con mi voz cuando uso según qué partes de mi registro. Quiero decir, cuando es una voz parecida a la que usaría hablando. Pero si uso falsetes y giros muy amplios o efectos nasales, pues me identifico con el hecho de usarlos a mi manera, pero no me identifico propiamente con la voz. Ahí me identifico más con el mensaje de la canción o con el hecho de conseguir dar un efecto que expresamente busco. La voz ahí se convierte en un instrumento que juega con sus posibilidades. Y es algo muy divertido, muy personal.

PREGUNTA: Veintitrés años en Barcelona. Entonces eras más Carmen Yébenes que Carmen Nikol. ¿Qué rescatas como más significativo de aquellos veintitrés años?

CARMEN NIKOL: Lo rescato todo. Fui feliz, a pesar de las dificultades de la adolescencia (risas). Mi hermana diría que era una niña y una joven complicada, porque lo cuestionaba todo. Pero me encanta recordar que la gente que escogía para mi entorno era gente auténtica, sincera, humana. Los catalanes forman una sociedad como todas, con sus más y sus menos, pero son francos y directos. Es gente que sabe querer; probablemente, no te ofrezcan una súper sonrisa desde el primer momento. No te embriagan con cordialidad. Pero si eres sincero y humilde, disfrutan de charlar en cenas con pà amb tomaquet y te abren su corazón, su inteligencia y su casa. Y eso me ha marcado de por vida. Rescato la calidad de las amistades y la mezcla de influencias. Rescato el respeto y el compartir.

PREGUNTA: ¿Por qué Carmen Nikol?

CARMEN NIKOL: (Risas). Porque se nos ocurrió. Yébenes es un apellido inusual y difícil y, un día, yendo a Barcelona desde Valencia en un Twingo (que estira los viajes a más no poder), Jeff Jerolamon (mi pareja) dijo: “Vamos a buscar un apellido más fácil… artístico”. Y ahí está. Y el viaje fue más divertido y el nombre más artístico.

PREGUNTA: Artista y pareja de un artista ¿es una combinación explosiva?

CARMEN NIKOL: Diría que es la mejor combinación para poder entender bien qué implica el trabajo de tu pareja. Además permite compartir los gustos e inquietudes. Y es explosiva porque te lleva a sufrir los malestares del sector por partida doble. Sólo por eso. Todo porque no hay un solo gobierno que se decida a conocer qué ocurre con nosotros, los intérpretes musicales. Somos, los artistas, en algunas cuestiones, igual de mancos que nuestras señoras prostitutas (a las que respeto infinitamente). La regulación brilla por su ausencia. Podría decirte mil cosas, pero no es el momento. Si quieres, en otra ocasión, nos ponemos con profundidad.

PREGUNTA: ¿Qué recuerdo viene a tu memoria de tu primer concierto como solista?

CARMEN NIKOL: ¡Já! Mucho, mucho stress. Yo me dedico a cantar profesionalmente porque Jeff decía que lo haría bien. Como te decía antes, era divertido pero nada que yo viese como una profesión. Y en el primer concierto como solista, estaba en un escenario con un repertorio difícil (composiciones suyas con letras traducidas y adaptadas al Español por mí misma) y una falta de credibilidad sobre lo que estaba aportando de tres pares de narices. Pero lo hice. Y, a base de buscar cómo desarrollarme en el tema, aquí estoy. Lo que no he sufrido (apenas nada) es el miedo escénico.

PREGUNTA: ¿Y cuál fue la primera vez que te sentiste plena en un escenario, sabiendo que tenías el control de la situación y que el público y todos los instrumentos bailaban con el juego de tu voz?

CARMEN NIKOL: Como solista, en el primer concierto del proyecto que llevo entre manos desde el 2003, el “Carmen Nikol Vocalese Experience”. Con un público compuesto, en su mayoría, por gente de la tercera edad. Me regalaron su vibración y su sonrisa, en vez de irse (como me anunciaba el portero del local, refiriéndose a otros conciertos en qué eso ya había ocurrido). Y tanto los músicos como yo teníamos un repertorio que nos permitía desarrollar nuestros "trullos" en un momento u otro. A partir de ese primer concierto, todos los que hemos hecho hasta hoy con este proyecto han sido una experiencia enriquecedora de comunicación con el público Estoy muy agradecida con la acogida que hemos tenido. Y me consta que es difícil escuchar un vocalese, sobre todo para profanos del jazz. Por eso, esa respuesta es tan importante.

PREGUNTA: En resumen, tres grandes etapas marcan y enriquecen tu formación artística. La primera, representada por tu aprendizaje coral. La segunda, formada por tus conciertos como solista con numerosos artistas y bandas, y la tercera, en la que creas tu propia iniciativa y pones en práctica tu propio estilo vocal, el vocalese. ¿Puedes destacarme lo más relevante de estas dos últimas etapas?

CARMEN NIKOL: Las orquestas de música de baile, los grupos de jazz y, en general, los trabajos más comerciales me ayudaron a crecer como cantante y me dieron tablas de escenario, conociendo mis puntos fuertes y débiles, permitiéndome profundizar en qué es bueno para mi voz y saber qué no lo es. Además, me permitieron conocer el sector y lo que implica para una cantante trabajar entre hombres. Como solista y como persona, esas etapas me han servido muchísimo. No ridiculizo ni un paso de los que he dado. Todos tienen importancia, sean grandes pasos, pasos torpes o tropiezos indeseados. Pues, gracias a todo ello estoy disfrutando de mis vivencias actuales. Así que no lo cambiaría, por si acaso.

PREGUNTA: ¿Y cómo te llegó el vocalese?

CARMEN NIKOL: De nuevo, por Jeff (ya ves que es mi mentor). Me propuso escribir una letra sobre un solo de Hank Mobley, el gran saxofonista. Y fue una experiencia divertida y muy diferente, que me ofrecía la opción de interpretar temas de jazz de un modo distinto al habitual entre los cantantes. Así que me enriqueció y me encantó. Y me quedé prendada de este estilo.

PREGUNTA: La crítica es muy positiva contigo. ¿Eso ha sido siempre o ha sido solamente desde que tomaste tu propio camino con el vocalese?

CARMEN NIKOL: Hasta el vocalese, ni tuve crítica. Tampoco pasó mucho tiempo. Pero, es lógico. Si no aportas nada, si eres una más que rehace lo que tantas otras han hecho (otra versión de Softly…), la crítica, a lo sumo, te comparará con aquéllas o apreciará tu voz. La comparativa es la muletilla. A mí me pueden acribillar igualmente, aunque sin comparativa. De hecho, lo estoy esperando. Tiene que llegar. No se le puede gustar a todo el mundo. Sólo espero que llegue por un blog, donde pueda responder.

PREGUNTA: ¿Qué opinión tienes de la crítica musical y los críticos?

CARMEN NIKOL: La crítica es un tema interesante, y no debería quedar exclusivamente en manos de los críticos, como hoy sucede. Los/las profesionales de la música también deberíamos poder intervenir en ese debate. Pues al mismo tiempo que es interesante, la crítica también puede ser criminal. Conozco casos que me dan ictericia. A mí me han hecho críticas muy amables. Yo no me quejo y les estoy muy agradecida. Al final, usar las citas de los críticos es una tarjeta de visita, a día de hoy.

PREGUNTA: ¿Fortalece una carrera musical la buena crítica?

CARMEN NIKOL: Sí. Si tienes una buena crítica, tanto los organizadores de espectáculos como el propio público que todavía no te conoce, desea comprobar si lo afirmado por la crítica es “cierto”. Pero, al final, lo mágico y realista de la música es que cada uno tiene su opinión y todas las opiniones son igual de válidas en tanto que, por mucho que al público le digan que algo está mal, si le llega a tocar la fibra, ya pueden decirle lo que quieran que no dejará de sentirse bien con ello y de apoyarlo. Incluso si las críticas son negativas, también pueden significar movimiento y vitalidad para ese músico. Existen grandes figuras del jazz que, en sus inicios, fueron acribillados por los mismos que luego les apreciaron, y fue en parte esa mala crítica quien les lanzó a los medios, a la polémica, y lfacilitó una mayor atención hacia sus trabajos. Como dice el dicho “Vale más que hablen mal que no que no hablen”.

PREGUNTA: Eres intérprete y letrista ¿qué impulso sientes que se desarrolla en ti cuando estás sumergida en el proceso de composición de las letras? ¿Qué diferencias entre ese proceso y cuando estás frente a frente con su interpretación?

CARMEN NIKOL: El impulso es el que surge al escuchar las primeras líneas musicales. Es decir, éstas me sugieren unas frases y, a partir de ahí, se desarrolla el conjunto de la letra, siguiendo las restantes líneas del solo. Pero, no parto de un boceto. Escribo según voy escuchando. Y, en cuanto a las diferencias con la interpretación cantada, las hay. Puesto que en esta última pongo el alma en la voz, en la comunicación no verbal, en el escenario. Mientras escribo, eso no lo tengo presente. Sólo considero la palabra. El mensaje más puro, mi reflexión. En el escenario están todos los elementos presentes: emisor – mensaje – receptor. Y eso contextualiza su interpretación de un modo diferente al momento de la escritura.

PREGUNTA: Tus letras dibujan un diálogo profundo y sincero de los sentimientos de la mujer de nuestro siglo ¿partes de algún esquema previo?

CARMEN NIKOL: Hasta el día de hoy -y toco madera-, la inspiración fluye y acaba rozando siempre temas vinculados con la mujer, así como con la crítica social. Sin embargo, no me impongo una temática. Me doy libertad creativa. Por ejemplo, me surgió la letra de una canción sobre lo que le puede pasarle a una pareja que va al monte y se encuentra con un toro salvaje. Y ya ves: hasta yo me sorprendo de dónde podría salir eso (risas), pero forma parte de mi repertorio y no tiene nada de reivindicativo. Siento que, por tener una voz pública, debo usarla para reivindicar sobre lo que me parece injusto. Pero, no me gusta perder el sentido del humor. No es cuestión de ser radical, pero sí de empujar a algunos/as hacia la reflexión.

PREGUNTA: Del proceso creativo de componer la letra al no menos arriesgado de interpretarla…

CARMEN NIKOL: En cuanto a la puesta en escena, la interpretación, se combinan varias cosas. Mi propio carácter y el propio de la letra del tema. Si hay rabia, pues rabia. Si hay ternura, pues ternura. O lo que a mí me provoque. Y además está el público. Ellos influyen con su reacción. Estoy emocionada con la suerte de público que viene a mis conciertos. Que es gente que, en general, no se imagina bien qué va a ver. Y que reaccionan a todo de forma tan amable y entusiasta que, al finalizar los conciertos, me llevo un regalo emocional inmenso. ¡Ah! Y están las luces… a veces no se puede ver al público con las luces frontales y eso puede hacer mella en la comunicación y en la interpretación, pues no haces más que limitarte a los otros dos factores: tu carácter y la letra, sin el público.

PREGUNTA: Normalmente ¿Percibes que conectas con el público?

CARMEN NIKOL: Sí. Como te decía, es un regalo entre personas que no nos conocemos. Una extraordinaria comunicación entre personas ajenas. Yo pongo el agradecimiento y el alma en cada tema y ellos los aplausos o bien cierran los ojos…

PREGUNTA: ¿Cierran los ojos?

CARMEN NIKOL: Sí, parece que disfrutando de lo que escuchan. Recuerdo uno de mis primeros conciertos en que me asusté porque había tres personas, sentadas en diferentes puntos del público, que cerraron los ojos. Pensé: “¡se están durmiendo!” y me entró un miedo atroz. Pero luego me sonrieron y sentí que era otra cosa.

PREGUNTA: El Carmen Nikol Vocalese Experience es un cuarteto. Háblame del resto de componentes del equipo, cómo fue la reunión y qué bases de trabajo habéis ido desarrollando, en estos dos años y algo de vida.

CARMEN NIKOL: Pues las bases son las que Jeff Jerolamon ha ido creando. Él es el director musical. Nos dirige hacia lo que musicalmente permite que disfrutemos más, siempre buscando que suene acorde con el proyecto y tenga una lógica con la propuesta hacia el público. Casi mejor que le entrevistes a él. Yo opino en cuanto a los temas que escojo, los solos, el "dinámica" de los temas (matiz, rellenos,…). Pero, como director, Jeff escoge quién y cuándo hace un solo en los temas, si se hacen ochos y todo lo que a él le permite divertirse en el escenario y así mismo pueda permitir que los compañeros también puedan sacar su diversión. Tocar con un cantante puede ser aburrido, musicalmente hablando, para algunos músicos. Si escoges músicos que sean buenos solistas puede pasar que quieran tocar más solos. El trío que me acompaña se constituye de pianista (casi siempre, alguna vez guitarrista), contrabajo (y bajo eléctrico combinado, en ocasiones) y baterista. Y tengo la suerte de que todos los componentes son grandes músicos. En el CD “De mujer a mujer… en vocalese” participaron Brian Trainor al piano, Richie Ferrer al contrabajo y Jeff Jerolamon a la batería. Dado que Brian vive en EEUU, nos acompaña Ricardo Belda, uno de los maestros al piano que mayor carrera tiene en nuestro sector en España. Así que me siento completamente honrada por tener la compañía de tres grandes músicos que me permiten disfrutar de la admiración y diversión musical, mientras estoy trabajando. Un lujo.

PREGUNTA: ¿Qué proyectos más inmediatos tiene el Carmen Nikol Vocalese Experience?

CARMEN NIKOL: La promoción del CD. Acabamos de sacarlo al mercado (en modo de venta directa) y estamos buscando actuaciones de presentación del mismo.

PREGUNTA: Los críticos son unánimes, al analizar tu música, en que eres la pionera del vocalese en español. Y en la gran dificultad que tiene el trabajo que realizas tú y tu cuarteto. ¿Por qué crees que otros artistas no han querido hacer lo que tú haces? ¿Exige una determinada disciplina en la voz, unas dificultades que requieren unas dotes específicas?

CARMEN NIKOL: El motivo por el que no se ha hecho antes, supongo que es porque nadie ha tenido verdadero deseo de ponerlo en práctica, de dedicarse a esta extraña disciplina de poner letras e interpretar solos de instrumentistas. No lo sé. A mí me encanta. Casi todos los cantantes de jazz se esfuerzan más en cumplir con las exigencias de los críticos más tradicionales. El scat es el tema clave en ese aspecto. Y a mí me parece que no lo haría tan bien como me parece que lo hacen otros cantantes, así que prefiero ahorrárselo al público. Bajo mi punto de vista, es mejor potenciar lo que uno puede hacer bien que esforzarse en ser mediocre. Para mí, eso es aprender a ser un profesional del arte. Copiar los cuadros de Dalí o de Picaso te dará traza. Pero, ¿no te interesa crear algo propio? ¿y no será que copiar te condiciona a crear con esa marca, sin ofrecer algo tuyo? No sé, a veces me planteo esas cosas. Yo opto por no condicionarme, por intentar recibir influencias de instrumentistas, aunque es divertido hacer alguna referencia a sonidos vocales o giros que ya son conocidos por haberlos aportado otros cantantes. Pero sólo como referencia puntual y sobre todo por la diversión de identificarlos por parte de los entendidos. Es un juego de una breve complicidad. Fuera de eso, me resulta triste y aburrido cantar para sonar como alguien. Ya tenemos al original, adelante con más cosas. Si se han de mofar que sea por lo que uno hace y no por lo que uno pretende llegar a hacer.

PREGUNTA: Los críticos igualmente son unánimes al señalar el sello personal que pones a todas tus creaciones. Muy española. Muy rabiosamente pasional. Mucha alma y corazón. Y mucha extraordinaria frescura. ¿Qué sientes cuando una crítica te valora tan positivamente?

CARMEN NIKOL: Emoción y un gran agradecimiento. Los críticos pueden hacerte sentir bien, claro. Pero, no por ser críticos, sino porque son oyentes y ellos también pueden expresarse. Sobre todo, es bonito ver que alguien escucha y se emociona. Cantar me parece una cosa tan íntima que si le llega a alguien es como que ha entrado en mi privacidad. Por el hecho de publicar su crítica, que sea buena es un respiro. Da paz. Por otra parte, será una cita que podrás usar en tu currículo artístico. Ayuda a tener referencias. Pero, aún así, no a todos los programadores les influye por igual. Si el programador es afín al crítico, lo preferirá. Sino, todo lo contrario.

PREGUNTA: En la crítica musical que de tus trabajos realizan en "Biografías del Jazz", se apunta que tienes grandes posibilidades para ser una de las cantantes de jazz más importantes a corto plazo. ¿Opinas como ellos que ese reto puede ser una realidad a corto plazo?

CARMEN NIKOL: Para mí sería crucial. Me gustaría ser de las que trabajan y siguen en el cartel, aunque pasen los años, gracias a que el público ha reaccionado bien y eso motiva a los organizadores. Y… ¿si puede ser una realidad a corto plazo? Si la suerte y el público me acompañan, quizá pueda tener una parcela en el sector de la programación del jazz. ¡Ojalá! Yo pondré todos los esfuerzos que pueda. Entre ellos, aportar más opciones, propuestas varias. Para que aunque sea vocalese, pueda ser en big band, trío, etc. En eso estoy.

PREGUNTA: ¿Qué realidad tiene, hoy, el jazz en España?

CARMEN NIKOL: El panorama del jazz hoy en España se podría definir por la existencia de grandes músicos y la falta de su presencia en los medios de masas (prensa, televisión, radio). Además, existe una falta enorme de regulación laboral: no existe un convenio colectivo que nos ayude a vivir mejor, los conservatorios de música no entienden que el lenguaje del jazz no pueden impartirlo profesores de clásica y siguen insistiendo en que sean éstos quiénes lo impartan (impidiendo que entren a impartir los que realmente dominan dicho lenguaje), el sector no funciona haciendo contratos apropiados al tipo de actividad pues nos solicitan funcionar facturando, con contratos mercantiles -si acaso-, como profesionales, (siendo que son trabajos de contratación laboral en su mayoría, según las características del trabajo en sí) y sin embargo nos obligan a hacerlo tanto desde ayuntamientos como desde representantes, etc. Si no lo haces así, no trabajas. Falta que un gobierno en España llegue a la conclusión de que los músicos, como las prostitutas, deben contar con coherencia laboral, un gobierno pragmático, sin juicios de valor. Nos faltan muchas cosas para ser un sector regulado, pero tenemos lo que es la base: grandes músicos.

PREGUNTA: ¿Cómo recibe el jazz-vocalese el público que no está acostumbrado a esta música?

CARMEN NIKOL: Muy bien. Sorprendentemente bien. Piensa que las interpretaciones vocales se caracterizan por soltar un montón de letra en un solo tema musical. Mucho mensaje, análisis e intensidad. Pero el público está reaccionando como una esponja que absorbe todo ese contenido. En general, el público tiene una capacidad de escucha sorprendente. Es impresionante lo que se desarrolla con el vocalese: un público atento por un largo periodo de tiempo en un mismo tema musical. Lo siguen e interaccionan (gestos, comentarios,…). Te diría que el público siempre reacciona muy bien. Aún no me he sentido defraudada. Y creo que es recíproco.

PREGUNTA: También de ti se dice en Biografías del Jazz lo siguiente: si consigue distribuir bien sus discos y su propuesta llega al aficionado, estamos seguros que tiene por delante un futuro formidable. Desde luego, ya cuentas con una opinión generalizada de la crítica especializada en jazz, muy favorable.

CARMEN NIKOL: Mis discos serán vendidos directamente, sin distribución. Así que la buena distribución es algo que se puede dar bajo los condicionantes de la venta directa. Ya veremos. En jazz, conseguir una distribuidora no es ni fácil ni muy rentable. Pagas por todo y, si acaso, llegan dos CD’s a las grandes superficies. Las páginas web dan la alternativa. No tienen el mismo prestigio que estar en FNAC o El Corte Inglés, pero son más realistas. Al menos, con los artistas que no tenemos una proyección muy notable (aún –risas). Pocos lo consiguen y mucho les cuesta. No es como el pop.

PREGUNTA: ¿Tienes un sello discográfico propio? ¿qué retos como empresa discográfica tenéis para este año?

CARMEN NIKOL: No, nada de nada de lo que pueda parecer. No tenemos discográfica. Lo hemos hecho, como tantos otros, por una independiente. Tenemos un teléfono y un ordenador para vender los conciertos. Y muchos retos. Retos sí. Eso sí, un montón. Que se traducen en proyectos interesantes y en conciertos, espero, con la misma o mejor acogida que hasta hoy hemos tenido. Tenemos material para dos CD’s más, ya ves. Pero… no es fácil. Tenemos un proyecto con arreglos exclusivos para big band que ha hecho Jeff. Es un homenaje a Ben Webster. Me encanta. Todo preparado, pero no salen bolos porque es caro mover a tanta gente. También estamos ya girando con un trío de bajista/contrabajista, batería y voz: Ménage À Trois. Es muy diferente al resto de propuestas que se están viendo en el mercado del jazz por el tipo de formación y la dificultad del repertorio. Sigue siendo vocalese. A la vez, tenemos un grupo de música glamourosa con arreglos de jazz para temas de Navidad. Éste es sin vocalese. Es un repaso de esos temas con arreglos divertidos. Y hay nuevos temas de vocalese, muchos más, que estoy incluyendo en los conciertos y que no están en este primer CD.

PREGUNTA: Muchas gracias por tu atención, Carmen. Estoy seguro que los lectores agradecerán haber conocido un poco mejor la artista y la persona que existe detrás de la solista del "Carmen Nikol Vocalese Experience". Te deseo mucho éxito.

CARMEN NIKOL: Gracias a ti. Y gracias al lector y al público por dedicarme su tiempo y sus palabras. Gracias. Dejo aquí mi e-mail por si alguien quiere contactar: carmennikol@gmail.com.
Carlos García Navarro en Periodista Digital

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